Cobija Pando

Departamento de Pando

Amigos de Bolivia Forums; nos toca hablar sobre El Departamento Pando.

La dirección de Boliviaforums me ha pedido que presente Bolivia al gran público de nuestro sitio. ¡Qué reto, qué desafío, qué oportunidad! Para resolver mi tarea del modo más efectivo posible, compartiré con todos vosotros algunas experiencias personales, pues creo que ellas le darán más fuerza a mi relato, procurando seguir la “Ley del Cicerone” que consiste en mirar las cosas a través de los ojos de los lugareños, pues así podemos hacernos una idea precisa de los atractivos de un lugar, sin omitir los más bellos o importantes.

Departamento Pando Mapa
CapitalCobija
Idiomas Español y lenguas nativas como tacana, yaminagua, ese ejja, machineri
Superficie63.827 km2.
Población 110 436 habitantes (2012)
Altitud De 90 a 289 msnm.
Temperatura26oC  (78oF)
Precipitación1800 mm.
Centros urbanosCobija, Porvenir, Puerto Rico
Pueblos indígenasSedentarios: Tacanas, Esse Ejjas, Cavineños, Machineris Itinerantes: Yaminaguas
Rubros productivosForestales: Castaña, madera, goma; Agrícolas: maíz, arroz, yuca; Piscícolas: pacú, surubí, palometa.

El Departamento Pando, ubicado al norte de Bolivia, en la esquina junto a Brasil y Perú, se halla en medio de la Amazonía, cubierto de árboles centenarios, surcado por ríos caudalosos, pletóricos de una fauna fluvial maravillosa, con una biodiversidad tan variada y desconocida que permite encontrar cada vez, nuevas especies animales y vegetales, incluso nuevas especies de monos.

¿Han escuchado hablar del Titi pigmeo, un especie de mono que mide no más que el dedo pulgar de una persona o del Saimiri sciureus boliviensis (el Monito amarillo) una especie de mono bautizado así en homenaje al lugar en que habita? Pues esas maravillas se hallan en las selvas pandinas, el lugar en el cual especies muy sensibles han encontrado su hogar, su refugio, su hábitat. No es casual que uno de nuestros escritores más respetados, Augusto Céspedes (“El Pozo”), bautizará a Bolivia como “la Nación más íntima de América”. El refugio de esa intimidad está en Pando, y nuestros hermosos monitos, constituyen una de sus expresiones más delicadas.

Pero Departamento Pando, el lugar oculto, apartado, secreto de nuestra América, es un paraje de singular belleza. Su topografía ligeramente ondulada, nos permite recorrer el territorio pandino como si viajáramos en un sube y baja, pues por momentos ascendemos por el terreno ligeramente escarpado y colinoso que nos permite vislumbrar por encima de las copas de los árboles ese inmenso paisaje selvático, para luego hundirnos nuevamente hasta quedar literalmente incrustados entre majestuosos árboles de castaño, siringa (el árbol de la goma elástica), motacú, en un continuo subir y bajar que nos mantiene la atención suspendida y el corazón galopando.

De pronto arribamos a algunos de sus caudalosos ríos, sea el Madre de Dios, el Orthon, el Manuripi, el Beni o el más majestuoso de todos los ríos de Bolivia: el río Madera que conforma la frontera Este de Pando. ¿Saben por qué se llama así? Por la inmensa cantidad de troncas que arrastra de modo natural cada año. Cada año caen miles de colosos, que son arrastrados por las copiosas lluvias y terminan en las caudalosas corrientes del río. Quienes han recorrido los ríos amazónicos, no saben decir a ciencia cierta si el origen del río Amazonas se ubica en la zona andina peruana o nace en el río Madera, en Los Andes bolivianos. Los geógrafos han establecido que nace en la provincia Cailloma, de Arequipa, Perú, pero los ojos, la sensación, la impresión nos dicen que sin el Madera, el Amazonas no sería el rey de todos los ríos del planeta.

¿Dónde andábamos? Ah si, aquí en Pando, ese refugio amazónico, ese lugar oculto de la mirada del mundo pero conectado con las manifestaciones más impresionantes de nuestro globo.

Pero sigamos, apenas empezamos nuestro recorrido, atrevámonos a no quedarnos en un solo lugar, pues hay mundos enteros por descubrir. Su selva tupida, frágil, en muchos lugares aún intocada, es uno de los presentes magníficos que nos dado la naturaleza, para que aprendamos a ser cuidadosos, respetuosos, pues si no tomamos en cuenta su fragilidad muy rápidamente nos pasa factura. Sus bosques están cubiertos de inmensos edificios de madera, como los arboles de castaña (Bertholletia excelsa) que miden hasta 60 m y pueden vivir más de un milenio. Antes que comience la época de la recolección de la castaña (que ocurre entre enero y marzo de cada año), es peligroso internarse en los bosques de castaña, porque es cuando se desprenden sus frutos que caen a gran velocidad. Por ello, si se tiene que entrar al bosque en esos meses, debe hacérselo con cascos y guías. Pero apenas concluye esa estación, viene la recolección de los frutos y se inicia todo el proceso de beneficiado de la castaña. La proporción aprovechada de los bosques pandinos cubiertos de castaños no supera hasta el presente ni la cuarta parte. Por ello, no es casual que conociera a un alcalde muy imaginativo que proponía usar helicópteros para acceder a las áreas más impenetrables del territorio pandino para extraer la castaña, todo con la finalidad de aprovechar esa riqueza, pero sin hacerle daño a la flora y la selva.

Cambio de escenario, no hay tiempo, hay prisa, hay mucho que ver, sentir de este mágico ambiente pandino como para quedarnos en lo mismo. Pando ha sido también lugar de una de las epopeyas más impresionantes de ocupación y aprovechamiento territorial: la extracción y transporte de la goma elástica, desde la selva del norte boliviano, para todo el mundo. Era el tiempo en que la goma era natural y no había sustituto ni alternativa. Con la goma se fabricaban llantas primordialmente, lo que le dio un valor extraordinario. Eran los tiempos en que se habían empezado a fabricar los Ford T, y el mundo empezaba a calzarse llantas de goma. Un pionero visionario, Nicolás Suárez construyó un camino y una línea férrea que permita pasar por tierra el trecho de las “cachuelas” (zona rocosa que conforma rápidos que obstruyen la navegación en el río Beni, a pocos kilómetros de su confluencia con el río Mamoré), y así evitar ese obstáculo insalvable hasta el día de hoy. Allí en Cachuela Esperanza se construyó una de las ventanas al mundo que le permitieron a Bolivia una conexión con el océano Atlántico, una gran epopeya que terminó abruptamente, el día que crecieron los árboles de goma en la lejana Malasia, todo por la obra de un botánico inglés que se llevó años antes los plantines de los árboles de goma. Pando, nuestro frágil Pando, otra vez jugando desde su remoto rincón en el tablero del mundo, haciéndonos llegar sus joyas, permitiéndonos palpar sus tesoros.

¿Basta, suficiente? No, sigamos. Aún hay mucho que ver, las riquezas están por doquier, desde la arena más fina de las playas de los ríos, pasando por el color transparente de sus aguas, hasta la riqueza aurífera de sus ríos, a veces explotada inmisericordemente por decenas de dragas que amenazan con multiplicarse a medida que suben los precios del oro y caen los empleos en otros sectores….

Pero el Departamento Pando es ante todo un hermoso himno conformado por sus pueblos indígena originarios, por los Esse Ejjas, los Tapietes, los Tacanas, pueblos que desde tiempos pretéritos han convivido con la naturaleza, han aprendido a valerse de ella sin dañarla, sin afectar su capacidad de reproducción. Se los encuentra a lo largo de los ríos, en las sendas de recolección de castaña, también en los campos de cultivo y en las praderas ganaderas. Pero sobre todo aprovechando los frutos exóticos y extraños que abundan en Pando, sea el copuazú, los diversos tipos de palmas, los distintos tipos de nueces y castañas, la inmensa variedad de especies de peces, muchas no aprovechadas comercialmente.

Todos los productos pandinos han entrado en el arte culinario de la región que nos ofrece una variedad de platos exóticos, inimaginables en muchos rincones del mundo como el caldo de tortuga, la piraña frita, los tamales en hoja de plátano, toda una variedad de carnes del monte, como ser venado, hurina, jochi pintao, taitetú, y el infaltable chivé, la yuca desmenuzada y frita, infaltable en todas la comidas.

Un poeta pandino, Ramón Campos, sintetizó la riqueza de este mundo y la dificultad de conocerla fácilmente con una frase: “Si se tratase de una sola pregunta, hasta el delicado sayubú podría con su trino contestar”.

Pando, la estrella del norte de Bolivia, el refugio de lo delicado, el lugar apartado que de cuando en cuando vuelve a conectarse con el mundo, dando a conocer sus tesoros, su espíritu, su encanto y su misterio, nos espera para brindar a  nuestras vidas un torrente de maravillas y sorpresas.

Platos típicos

  • Carne de Moroco: Elaborado con moroco (pierna de res que se ubica entre la rodilla y la cadera), cebolla, puerro picado, zanahoria y leche. 
  • Pan de arroz: Es un pan típico de la región, preparado con harina de arroz. 
  • Escabeche de Torcaza: Elaborado con torcaza (ave) o codornices, cebolla, hoja de laurel, zanahoria, aceite de oliva, vinagre de uva, locoto, caldo de pollo, pimienta negra en granos y sal.
  • Farofa: Alimento elaborado con harina de yuca con charque de res. 

Fuente: Carlos Rodrigo Zapata C.

Fotos de El Departamento de Pando

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